miércoles, 14 de marzo de 2012

Dos jóvenes andaluces los primeros en ir a Laponia a trabajar y nos muestran en un vídeo sus impresiones tras cruzar la frontera y buscarse las castañas en el país nórdico. Pero parece que no todo es tan sencillo como nos prometían desde la CEOE.

En tiempos en los que la crisis está en boca de todos, parece que las soluciones se agotan a la hora de plantearse salidas dignas. Ser emprendedor en un país en el que están las cosas tan difíciles se antoja, cuando menos, una utopía.
Menos mal que el cerebro económico de la CEOE, Jose Luis Feito, planteó hace menos de un mes que el problema radicaba en la falta de movilidad de las nuevas generaciones, por lo que quería que los parados que rechazaran una oferta se quedaran sin prestación, añadiendo que aunque la oferta proviniera de Laponia deberían aceptarla.
Y ,ni cortos ni perezosos, dos jóvenes andaluces han abanderado el éxodo ibérico pacífico hacia estas frías latitudes. Cambiar el rebujito por las duras bebidas espirituosas finlandesas no era problema para ellos. Buscar un futuro plagado de oportunidades se convirtió en una prioridad. Jóvenes con formación universitaria, dispuestos a vivir el sueño nórdico, repleto de posibilidades.
A pesar de ello, parece que, de momento, tendrán que enfrentarse a la cruda realidad. "Me llamaron del paro para decirme que me había salido trabajo en Laponia". ¿Y a qué se dedican los inmigrantes en Laponia?. A quitar nieve. Y olvídate de poder desenvolverte medianamente bien con el inglés. "Esta gente solo habla finlandés". Se muestran también escépticos ante la duración de sus paupérrimos contratos: "Aquí cuando se acabe la nieve habrá que volver a España".
Pero mejor que te lo cuenten ellos en este desternillante vídeo.