jueves, 20 de diciembre de 2012

PROTESTAS CONTRA LA PRIVATIZACIÓN SANITARIA

La policía disuelve la concentración pacífica frente a la Asamblea de Madrid dejando un rastro de seis heridos
Un total de seis personas, tres de ellas manifestantes y las otras tres policías, han resultado heridas leves al disolver los cuerpos policiales la concentración pacífica que miles de ersonas han realizado ante la Asamblea de Madrid para protestar por el programa de recortes y privatizaciones en la sanidad pública regional. Además, alrededor de las 19 horas se ha detenido a una persona por"resistencia y desobediencia a la autoridad" por "intentar sobrepasar el perímetro establecido.

La policía disuelve la concentración pacífica frente a la Asamblea de Madrid dejando un rastro de seis heridosEl PP ha movilizado un fuerte dispositivo policial para desalojar a los miles de personas que, pacíficamente, se habían congregado desde media tarde de ayer en los alrededores de la Asamblea de Madrid, auténticamente cercada por un cordón policial.
Los ciudadanos se han concentrado dentro del a campaña de movilizaciones que tanto el personal sanitario, como los enfermos y sus familiares están protagonizando para mostrar su repulsa por la transformación de la sanidad pública en un negocio privado al servicio del lucro de unos grupos empresariales muy concretos.

Rodillo, rodillo, rodillo


En el interior de la Asamblea, el PP hacía valer el peso de su rodillo parlamentario para hacer aprobar a la cámara unos presupuestos para 2013 que han sido considerados como el “banco de pruebas” del PP para abordar sin tapujos en una fase posterior la privatización de la sanidad a escala nacional. Las protestas y las propuestas de todos los colectivos implicados en el ámbito sanitario se han estrellado nuevamente, con el dogmatismo y la cerrazón del PP, que se ha negado a mover un ápice sus planteamientos ideológico-comerciales.
Mientras el PP hacia valer su predominio para sacar adelante sus planes, miles de profesionales sanitarios, con sus batas blancas y sus manos en alto, resistían los empujones de la policía y mostraban su rechazo a los planes sanitarios del Ejecutivo de Ignacio González. La manifestación, a última hora de la noche, había sido disuelta. Pero no las protestas ni la movilización ciudadana.
MANUEL ARIAS